.- ¿ Hace falta que lleve algo para beber; vino o lo que sea ? me preguntaba. .- Bueno, si usted quiere se traiga una garrafita de pitarra, que el pincho ya lo ponemos nosotros; le respondí. Así era Ignacio Soler; en esta ocasión venía a se presentarse como Concejal de Parques y Jardines del Partido Popular, al personal jardinero del Ayuntamiento de Cáceres que tiene su base en el Parque del Príncipe. Era una mañana del año de 1995 ; .- Buenos días, que nada, que aquí estoy para lo que vosotros necesitéis; por cierto , Diosdado, el vino está cojonudo, aquella sonrisa. Con estas presentación todo lo demás sobraba; con un par de frases , y con aquel vinito de la tierra se metió en el bolsillo a todos los jardineros en cuatro segundos; no hacía falta más, que ya habría tiempo de hablar y decir en los cuatro años siguientes. Hablar poco y hacer mucho, así era Ignacio. .- Hay que dejar hacer a los Técnicos, solía decir, y para eso estaba allí Diosdado, el gran botánico y prestigioso Jardinero Mayor del Ayuntamiento de Cáceres. Todavía recuerdo, en el entierro de Diosdado, en abril de 2002, aquellas lagrimas, pequeñitas, resbalando entre las gafas y la cara de Ignacio. Aquel pedazo de Concejal era un hombre cercano, como para no serlo, ya que conocía el movimiento vecinal como nadie : Vicepresidente de la Barriada de Llopis y de la Coordinadora Vecinal; total nada, como para no saber lo que se cocía en la calle; muchas veces los partidos políticos se olvidan de esa realidad cercana, llevando en sus listas a gentes que no saben de farolas ni baldosas, sino de intereses personales, y luego pasa lo que pasa, que es lo que está pasando con tanta protesta y descontento de la gente. Y en esto que Diosdado se lleva al Concejal, durante 15 días, a darse una vueltecita por Europa.- Vamos a ver lo que pasa allí, le decía Diosdado ; y es que el prestigio internacional del Técnico era tan grande que una empresa Alemana les pagó el viaje ( Alemania, Noruega, Suecia.. ) para que vieran parques y juegos infantiles ; por supuesto de dietas y hoteles, nada de nada, que esto no le costaba nada al Ayuntamiento. Conociendo a mi hermano Diosdado y para llevarse con él a alguien que apenas conocía, ya me dirán ustedes ; y es que Ignacio era….. ; ¿ Qué tal el viaje ? cojonudo, era su frase, .- Hay que ver lo que aprende uno con el Técnico, decía. Aquellos cuatro años con Ignacio nunca los olvidaremos. .- Oye , que para allá van 125 personas , del Fondo, entonces se contrataba mucha gente , y allí que se presentaba para darles la bienvenida, con el vinito, y por supuesto, lo que no he visto hacer a nadie, para despedirlos también , cuando tocaba; .- y es que a la gente hay que tratarla bien, solía decir Ignacio. Como para no gustarle los jardines ; y es que cuando andaba en bicicleta, por esos campos nuestros, se quedaba alucinado con tantas margaritas y amapolas, nos comentaba muchas veces. Querido Ignacio, “ Pope “hoy las gentes de la bici te homenajean con cariño y aunque los políticos pasan y los jardineros permanecen, tú siempre estarás con nosotros, en el Parque del Príncipe.

Ignacio Soler

Ignacio Soler

MATIAS SIMON VILLARES

FUNCIONARIO DEL AYUNTAMIENTO DE CACERES