Durante el acto , el pintor Don José Massa Solís, sobre el que ha recaído el premio VI Valores Extremeños 2012, hizo una donación a la Asociación de Poetas, de un cuadro pintado por él para conmemorar dicho acto, dicho cuadro que tiene como eje central la estatua de Gabriel y Galán en el Paseo de Cánovas , una obra con marcado carácter impresionista , con esos colores tan vivos con los que nos ofrece el galardonado y que representan a las cuatro estaciones del año, predominando los colores verdes, rojos y amarillos de la Primavera y el Otoño.
La Asociación Cultural AMIGOS DE LA ESTATUA DE GABRIEL Y GALÁN EN EL PASEO DE CANOVAS, CACERES, coincidiendo con el acto de homenaje al poeta en el día de Reyes, 6 de enero de 2013, tuvo a bien conceder su premio anual denominado VI VALORES EXTREMEÑOS a : Don JOSÉ MASSA SOLÍS . ( Pintor ) : Por haber sido capaz de plasmar en sus cuadros las grandeza, las formas y el colorido de esta Extremadura tan suya y tan nuestra. Por su elegancia, discreción y sus silencios, ha pasado a formar parte del paisaje y paisanaje de esta ciudad , Cáceres, que tanto le quiere y le respeta.
MASSA SOLIS, POETA DEL COLOR
José Massa Solís, gracias a su alto grado de creatividad e intelectualidad, es uno de los pintores de mayor relieve en la historia de Cáceres. Y que un día, en una muestra de sensibilidad, siempre desde la humildad y la modestia, claro es, dijo que era un poeta del color, tal como un día le comenté, en una de nuestras innumerables charlas.
Amigo de siempre, porque además de excelente pintor, creativo en grado sumo y trabajador incansable, José Massa Solís, (Miajadas, 1935), es buena gente. Mejor aún, muy buena persona. Y de una honradez extraordinaria en su sensibilidad humana, personal y espiritual. Que de todo se compone Pepe Massa Solís, y que, desde mi personal opinión, se configura como un lujo, impresionante, de Cáceres, de Extremadura, de la pintura universal. Un gran poeta, claro que sí, del color. Y del Cáceres de su corazón que lleva esculpìdo con todo merecimiento y nobleza desde que se dio cuenta de su vocación, de la fuerza de la tierra y de su capacidad expresiva para conectar, a través de la pintura, con esa manifestación de transmitir el ritmo de sus pinceles, de sus imaginaciones, de sus creaciones de largo alcance y recorrido, de su alto grado de intelectualidad, de su talento, de su pasión.
Con un currículum de Cum Laude, si se me permite la expresión, con un largo listado de premios y distinciones a nivel internacional. Miembro Emérito de Academias, Centros y prestigiosas Asosiaciones Artísticas, como la Academia Francesa de las Artes, Ciencias y Letras en París y la Academia Internacional de Arte Moderna de Roma, la fecunda obra de José Massa Solís, poeta del color y extremeño universal, cuelga en las paredes de los más prestigiosos museos y pinacotecas, gracias a una obra bella y fascinante, sería y profunda, rigurosa y analítica, mientras pasea, con sosiego, inquietud e ilusión al tiempo, el nombre de Miajadas, el de Cáceres, el de Extremadura, y la fuerza y la sugerencia de su plasticidad, de sus pinturas y del Casco Histórico-Monumental. Una Ciudad Medieval, por cierto, la de Cáceres, que ha radiografiado de modo sublime y solemne.
Todo desde que un día su tío, el gran pintor Antonio Solís Avila, que durante tanto tiempo mostró sus creaciones en el diario ABC, le metió el gusanillo. Un gusanillo vocacional que se trabajó desde siempre, en la Escuela de Bellas Artes de Madrid, en sus estudios en París y Frankfurt, y que hoy continúa jalonando peldaños y escalones para la efigie de la posteridad.
Volcado, siempre, en estudio de las tendencias pictóricas y su imaginación, siempre en estado de reflexión y avance al cometido y a la responsabilidad de su trabajo, con un nombre de prestigio en el panorama pictórico nacional e internacional, José Massa Solis, gracias a su propia creatividad, se ha ido labrando, en el curso de la su propia historia, un hueco de significado realce. Y es que siempre hay que crear para enriquecer la propia formación y el desarrollo de las inquietudes interiores, como una de sus expresiones más habituales
Trabajador incansable, galardonado en numerosos certámenes, de extraordinarias facultades imaginativas y creativas, que ha desarrollado con fuerza, con ímpetu y con valentía, Massa Solís se encaramó, un día, a ese privilegiado lugar de los elegidos. Lo que le costó, que todo hay que decirlo, un trabajo ímprobo y al que se entregó no solo sin desmayo alguno. Si no con toda la ilusión y todas sus energías.
Con una personalidad de hondos conceptos culturales y morales en su propio desarrollo y evolución, reflexivo observador desde su estudio de pintura, siempre enclavado en lo más hondo de su genuina personalidad, de su reflexión permanente, de su prisma de excepcionales cualidades, de su atalaya como estudioso constante de su obra, es uno de los pintores de mayor relieve, Massa Solís se fue convirtiendo paulatinamente, en uno de los pintores más prestigiosos y de mayor enjundia. Lo que se dice pronto, pero que le costó mucho esfuerzo.
Al medio mucho tiempo y trabajo, mucha reflexión y ánimo, mucho decaimiento e ilusión, a la par, mucha constancia, y muchas días de estudio sereno e inquieto al tiempo. Con una multitud de proyectos, de trazos, de rasgos, de colores, de apuntes, de percepciones, de semblanzas, de ángulos, de perspectivas, de tonalidades, de percepciones, de semblanzas, que fluían a su mente. Si bien el recorrido del camino entre su visión y sus ideas sería largo, plagado de muchas interrogantes, hasta que lograron llevarle a entrar por la puerta grande en el panorama artístico, social, nacional e internacional.
Intelectual nato, apasionado cacereño, cacereñista y cacereñeador, entusiasta de su tierra, estudioso de la pintura en su expresión más creativa Massa Solís es uno de esos personajes que ha enriquecido de modo notorio, con sus aportaciones, la belleza, por ejemplo, del Casco Histórico-Monumental de Cáceres.
Lo que ha conseguido a base de un trabajo ilimitado, una pasión entusiasta, una paciencia continuada y casi monástica, y un estudio detallado, se diría que piedra a piedra, de cada reflejo de sus pinceladas para exaltar, sobremanera, el Casco Histórico de Cáceres. Un trabajo con el que Pepe Massa, gran pintor, excelente creador e ilustre cacereño, ha conseguido un reconocimiento de calibre nacional e internacional.
Y lo mismo que durante un tiempo se entregó a a plasmar el Mural “Cáceres, Patrimonio de la Humanidad”, para la sede mundial de la UNESCO, en París, que luce junto a obras de Salvador Dalí, de Joan Miró, de Pablo Picasso, otro día recibe, allá, junto a la estatua del poeta Gabriel y Galán, en el Paseo de Cánovas, el premio Valores Extremeños. por haber sido capaz de plasmar en sus cuadros las grandeza, las formas y el colorido de Extremadura”, según se puede leer en el acta del jurado.
Desde aquí, pues, nuestro homenaje y tributo de admiración y reconocimiento a una gloria de largo recorrido en pintar, en recrearse, en dibujar y diseñar sus creaciones sobre el Casco Histórico-Monumental de la Ciudad de Cáceres a través de un notorio relieve de imaginación y de notable acierto, tal como recogen los críticos nacionales e internacionales en el panorama artístico.
Pero dejando constancia expresa, eso sí, de que José Massa Solís, que un día empezara dibujando a tinta china, sigue volcado en la más amplia temática universal. Cuadros sobre la Gran Vía madrileña, reinterpretaciones de obras clásicas, como hizo en día con Tiziano y su cuadro sobre Carlos V, o la obra de Seurat denominada “Tarde de domingo en la Isla de la Grande Jatte”, y otras de Goya, como se ofrece en la ilustración de la izquierda, en base al cuadro del pintor aragonés titulado “La gallina ciega”, o de obras deVelázquez, de Dalí, de Van Gogh, de Renoir, con su más que señalada capacidad creativa, personalidad y relieve, en los que siempre hay toda una fenomenología de brillantez intelectual, reconocida por académicos, por pintores del mayor prestigio, por la crítica especializada.
José Massa Solís es, al tiempo, un estudioso, un analista, un señalado y riguroso diseñador del rostro humano, habiendo adquirido un significativo prestigio por la calidad y autenticidad de los retratos, en los que domina a la perfección los rasgos y los trazos físicos de las caras, como es, por ejemplo, el caso del retrato de su hija Ana Isabel, realizado el año 1995, y de un parecido de extraordinarias similitudes.
Del mismo modo José Massa Solísdedica una buena parte de su escaso tiempo libre a la pasión por la lectura, infantigable, sobre los impresionistas franceses, al estudio, los apuntes y los diseños de pintura y recreación sobre la hondura y penetración del paisaje extremeño a fín de trasladarla a su voluminosa obra… Y el lujo que representa para todos nosotros, claro es, que su obra sea conocida como el “massismo” o un “constructivismo lírico-cromático”.
Una obra, en suma, la de la reconocida obra de José Massa Solís, que se caracteriza, además de por su capacidad y fuerza expresiva, se diría incluso que de vitalidad, con un muy señalado cariz de identidades de tipología popular. Lo que aprendió a mamar y a cultivar desde siempre. Todo ello arropado por el aire de una identidad marcada por su propia sencillez y naturalidad coloquial, que imprimen al artista de una personalidad de marcados rasgos humanos y humanistas.
JUAN DE LA CRUZ GUTIÉRREZ GÓMEZ