Desde que soy mamá, mi retina ha cambiado, mi ángulo de visión ha crecido, ahora tengo efecto linterna: intento alumbrar el camino para solventar antes, las adversidades…
Todos los días aprendo algo nuevo, porque es magia pura ver cómo los niños crecen, y si miras, VES, cada una de sus inquietudes, cada uno de sus avances…
La tecnología intenta crear un cordón umbilical con los niños de las nuevas generaciones, en la mayoría de las ocasiones lo logra… y ahí entro yo… lucho minuto a minuto porque mi niña coma, escuchando cuentos… juegue, desarrollando su imaginación, le abro el alma para que se tatúe lo que es la humildad y sepa lo que es querer sin verlo en ningún tutorial de youtube, no la digo por dónde ir, simplemente la doy un bastón para que se apoye…
Hoy fuimos al médico, en los primeros años de vida los catarros son bastante frecuentes, nos llevaron a una sala y la tuvieron cuarenta minutos con una mascarilla, su papá y yo saltamos delante de ella, inventamos canciones, construimos historias llenas de sonrisas… al acabar la enfermera nos comentó atónita: qué difícil es ver esta imagen sin móvil… ese es el camino fácil… ¿porqué lo raro es lo que durante tanto tiempo ha sido normal?
Les animo a que vean más allá de la máscara de burro con la que quieren que miremos, denle la oportunidad a sus hijos, a sus sobrinos, a sus hermanos… de elegir… no sólo existe el camino de la tecnología, es muy importante, pero sólo si se utiliza como complemento no como materia prima.
Piensen en la esencia del circo, cómo anhelamos ver algo SÓLO disfrutando, siendo meros espectadores sin tener que hipotecar en fotos o en vídeos cada minuto… mi padre compuso hace tiempo una canción cuyo título es: “Llamaré siempre a los payasos cuando las cosas me vayan mal”, cuánta razón hay en esas palabras… necesitamos vender públicamente nuestros momentos para vivir, estamos enganchados a encontrar un reconocimiento social…
Hemos olvidado pisar la hierba mojada, sumergirnos en las hojas de un libro, sentir las mariposas en el estómago… vemos la vida desde el escaparate de una pantalla…
Somos el espejo dónde se van a mirar los que forman parte de la sociedad, hagamos que el reflejo merezca la pena ¿hay una fórmula mágica apara ello?
Sí: (C+H) *A, Los conocimientos y las habilidades suman pero lo que multiplica es la ACTITUD.
Para dejar de ser un borrego, solo hay que elegir y aún tenemos la posibilidad de hacerlo. Intenten siempre llevar una percha en la boca, así la sonrisa la tendrán asegurada.
Carolina Inés Simón Valencia
Licenciada en Psicología. Graduada en Educación Social